Cafeterías, restaurantes, discotecas, oficinas, o estaciones llenas de humo... sólo hace siete años y medio de aquella ley antitabaco que tanta controversia social causó, y poco más de dos años y medio de la entrada en vigor de la última ampliación de la ley antitabaco española más estricta.
Ahora, en España, está prohibido fumar en cualquier espacio cerrado de uso público, establecimientos sanitarios y espacios con público infantil, y no se permite la aparición de personas fumando en los medios de comunicación, entre otras medidas que buscan proteger, sobre todo, a los menores y a las personas no fumadoras. Formamos parte del 11% de la población del planeta que se beneficia de leyes antitabaco que realmente limitan el consumo.
Pero ¿qué efectos reales ha tenido ya aquí la ley antitabaco? ¿Cómo ha afectado al número de fumadores y de fumadores pasivos? ¿Se nota ya en la salud?
Se calcula que en los dos primeros años de la ley antitabaco habían dejado de fumar alrededor de un millón de personas, y la previsión es que la cantidad de personas fumadoras continúe bajando. Según otra encuesta, realizada durante la “Semana sin humo” en centros de atención primaria de toda España, ha aumentado el porcentaje de personas fumadoras que quieren dejar de serlo, en el 2012 el 40% hizo algún intento. Otro dato esclarecedor es la venta de tabaco, que en los últimos años registra un descenso continuado. Se ha pasado de 4.514 millones de cajetillas de tabaco en 2008 a 2.671 millones en 2012.
El impacto en la salud de la ley antitabaco es difícil de cuantificar en estos momentos, porque en general se trata de efectos a largo plazo. Pero ya empieza a haber resultados interesantes. Como por ejemplo, la reducción de las hospitalizaciones relacionadas con el tabaco, o la reducción en un 11% del número de infartos de miocardio en sólo dos años, sobre todo en mujeres, personas de entre 65 y 74 años, y en no fumadores.
Lo más positivo de esta ley es que ha sido ampliamente aceptada por la población, a pesar de la previsión de grandes conflictos que nos quisieron hacer creer desde los sectores interesados, es decir, la hostelería, manipulada por la industria tabacalera. Queda aún mucho trabajo por hacer, pero es evidente que algo ha cambiado cuando son ya dos tercios de la población quienes afirman que el humo les molesta. En el caso de los españoles, hoy en día, el 82% de la población defiende que se mantenga la ley antitabaco.
A continuación, os dejo un vídeo muy interesante en el que se hace una comparativa entre las diferentes leyes anti-tabaco aprobadas en España en los últimos años.
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