La resaca, se define como un cuadro de malestar general que aparece tras un consumo excesivo de bebidas alcohólicas, aunque no lo suficiente para llegar al coma profundo y a la subsiguiente muerte por depresión respiratoria. El término médico es veisalgia.
La resaca se manifiesta como el conjunto de los siguientes síntomas:
- Amnesia o pérdida de la memoria de lo ocurrido durante el episodio etílico.
- Alteraciones gástricas: vómitos casi siempre, y más raramente diarrea a causa de que el alcohol provoca la erosión de la mucosa gástrica y la pérdida de vellosidad intestinal.
- Cefalea o dolor de cabeza, el cual se produce por: deshidratación de las meninges, dilatación de los vasos sanguíneos, y disminución de la glucosa.
- Ortostatismo y sed intensa, que se origina como una respuesta del cuerpo a la deshidratación causada por la degradación del alcohol.
- Dolor abdominal y muscular, lo que se traduce en sensación de debilidad.
- Nerviosismo.
La causa de la resaca, reside en unas sustancias residuales que se generan simultáneamente al proceso de obtención del alcohol, por lo que son llamadas congéneres, sobre todo el acetaldehído y diversos polifenoles. Al descomponerse, producen además diversas sustancias también tóxicas o venenosas responsables de los síntomas. Estas sustancias congéneres, están en proporción mayor en las bebidas alcohólicas menos destiladas y de color más oscuro, elaboradas así por sus efectos organolépticos, en especial las de naturaleza vínica (brandy, oporto, moscatel, vino tinto) y los whiskies. Por ello las que producen más resaca son, por este orden, coñac, vinos tintos, ron, whisky, vino blanco, ginebra y vodka. No está demostrado que mezclar bebidas alcohólicas distintas provoque síntomas de resaca mayores. El consumo habitual, induce a cierta tolerancia, y eleva el umbral de resaca al aumentar la cantidad y actividad de la alcohol deshidrogenasa (enzima que metaboliza el alcohol).
La resaca, afecta más a las mujeres que a los hombres. El distinto nivel de agua que albergan en su organismo hombres y mujeres es la razón por la que los sexos experimentan consecuencias diferentes después de beber en exceso. Como las mujeres tienen menos grasa corporal y menos músculo, tienen menos agua en su organismo, por lo que ante el mismo nivel de alcohol ingerido, se deshidratarán antes. Por eso mismo, las mujeres suelen tener un mayor índice de alcohol en sangre, puesto que tienen menos agua en la que diluir el alcohol.
Podemos afirmar con total rotundidad y sin temor a equivocarnos, que lo mejor para tener una buena resaca es beber mucho la noche anterior. Si nos excedemos con la ingesta alcohólica, podemos poner la mano en el fuego por que lo vamos a pasar muy mal a la mañana siguiente.
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