La violencia de género,una de las violencias contra los derechos humanos más graves y frecuentes en nuestra sociedad, represente un grave problema social, tanto por su alta incidencia en la población como por las graves consecuencias físicas y psicopatológicas que produce en las víctimas. En España los datos son bastante alarmantes, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, hay alrededor de 600.000 mujeres víctimas de maltrato habitual, pero, en total, son más de 1,5 millones las que son víctimas de maltrato doméstico. A pesar de que se ha observado una tendencia descendente con el paso de los años, dentro del
conjunto de mujeres maltratadas, hay un elevado porcentaje que no tienen conciencia de su victimización.
En cualquier caso, se ha avanzado en el conocimiento de este grave problema y se han desarrollado nuevas leyes que sancionan la violencia y alientan a denunciarla. En esta entrada nos vamos a centrar el tema hacia el consumo de drogas.
En muchos casos de
violencia de género está presente el consumo abusivo de sustancias, y aunque no
sea "el factor causal", puede contribuir a precipitar la violencia, o
agravarla una vez que ha surgido. Se pueden dar múltiples combinaciones en
cuanto al consumo de las personas implicadas en los casos de violencia de
género: agresores o víctimas que pueden consumir o no drogas, víctimas que
antes de sufrir violencia de pareja ya consumían abusivamente drogas, víctimas
que consumen drogas como estrategia de afrontamiento ante el sufrimiento de una
violencia que se prolonga en el tiempo, agresores consumidores y con perfiles
piscopáticos, parejas que se agreden mutuamente, etc.
La violencia existente
entre el consumo de drogas y la violencia ha sido estudiada por múltiples
autores. A continuación se describen algunas de las características del consumo
de las víctimas y de los agresores. Repárese que la mayor parte de las
investigaciones se han centrado en el consumo de alcohol como uno de los
principales factores de riesgo de la violencia de género.
Obviamente, el consumo de
drogas por parte de la mujer o de su pareja puede incrementar la irritabilidad,
dañar las interacciones sociales junto con la capacidad para manejar
conflictos, y, por tanto, incrementar la probabilidad de que haya violencia.
Además, pueden darse conflictos de pareja por cuestiones tales como el consumo
de drogas, el dinero, etc. También las parejas en las que ambos son
consumidores abusivos de drogas pueden tener un estilo de vida más arriesgado,
con conflictos o dificultades para manear es estrés, conductas antisociales
para conseguir las drogas etc; y todos estos factores pueden estar mediando en
la relación que hay entre el consumo de drogas y la violencia de género. Las
probabilidades de que víctima o agresor consuman dentro de la relación son:
En entradas posteriores hablaremos del consumo en agresores o víctimas mas específicamente, mantente a la espera!
No hay comentarios:
Publicar un comentario