Está demostrado que el consumo en exceso de alcohol es perjudicial para la salud. De hecho, su abuso puede causar enfermedades hepáticas, tumorales, neurológicas y cardiovasculares. Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que el vino, sobre todo el tinto, tiene propiedades saludables y que su consumo de forma moderada puede aportar beneficios tanto físicos como psicológicos a la salud, ayudando a contrarrestar diversas enfermedades (especialmente las del corazón) y a mantener el cuerpo relajado, con una actitud positiva.
Entre los componentes del vino existen unas sustancias que se caracterizan por sus propiedades antioxidantes, se trata de los polifenoles. Los polifenoles son unas moléculas presentes en las uvas, a las que se les ha atribuido acción protectora frente a algunas enfermedades. Existen varias clases de polifenoles, los más conocidos son los flavonoides y los estilbenos (resveratrol).
Parece que los flavonoides presentes en el vino tinto, por sus propiedades antioxidantes, ejercen un efecto protector contra enfermedades cardiovasculares en bebedores que consumen cantidades moderadas de vino en las comidas.
El resveratrol tiene un efecto tumoricida in vitro, es decir, es capaz de inhibir el crecimiento de células tumorales. Se ha descrito esta actividad “in vitro” en tumores de mama, próstata y leucemias. Un estudio reciente ha mostrado el papel protector del consumo de uno o dos vasos de vino tinto al día frente al cáncer de pulmón en fumadores.
Recientemente se han descrito algunos efectos beneficiosos de la administración de polifenoles sobre enfermedades diversas como son la osteoporosis, las cataratas y la caries dental, en estudios llevados a cabo con animales de experimentación.
Aunque otro de sus beneficios es combatir el sobrepeso y la grasa, en exceso puede causar todo lo contrario; aumento de peso, aumento del colesterol y problemas de adicción. Por eso, los expertos recomiendan mantener su consumo dentro de límites razonables.
Otros beneficios del consumo responsable de vino, son:
- Tiene una acción antibacteriana y antihistamínica, y reduce las alergias.
- Evita la formación de coágulos, mejora la circulación de sangre en el cerebro y disminuye las inflamaciones.
- Aporta minerales y oligoelementos al cuerpo como: magnesio, zinc, litio, calcio, hierro y potasio.
- Reduce la tensión arterial y el nivel de insulina en la sangre.
- Ayuda a la digestión de proteínas, es por esto que se recomienda acompañarlo con carnes.
- Controla las infecciones urinarias y baja el riesgo de la formación de cálculos renales.
- Disminuye las posibilidades de tener hemorroides y evita las varices.
Hay que recalcar que estos efectos descritos se han visto con vino tinto y con su consumo moderado (uno o dos vasos al día). Se considera que 40 gramos de alcohol al día (1/2 litro) para el hombre y 20 gramos (1/4 litro) para la mujer son cantidades que el organismo puede metabolizar. No obstante, el nivel de toxicidad para el alcohol depende de distintos factores como: la edad de la persona, su complexión corporal, su estado de salud, o si ha consumido o no alimentos junto con la bebida alcohólica. Por este motivo, dado que el vino no solo tiene sustancias beneficiosas, las personas habituadas a beber vino deben saber que no es saludable tomar más de dos vasos al día (125 cc cada vaso). Tomar mayor cantidad comporta más perjuicio que beneficio.
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