domingo, 20 de octubre de 2013

Esteroides, basta de mentiras!

Los esteroides son derivados sintéticos de la hormona masculina testosterona. Son anabólicos porque intervienen en un proceso constructivo, y andrógenos porque promueven las características masculinas. Estos derivados de la testosterona, ayudan al crecimiento del músculo esquelético y aumentan la masa magra corporal.
Los esteroides anabólicos se pueden recetar legalmente para el tratamiento de afecciones médicas, que resulten por deficiencia de la hormona esteroide, como cuando hay un retraso en la pubertad. También se recetan para tratar enfermedades que producen  una pérdida de la masa muscular magra, como el cáncer o el SIDA. Sin embargo, algunos atletas, fisicoculturistas y otras personas no relacionadas con el mundo del deporte, abusan de estas sustancias en un intento por mejorar su rendimiento, o simplemente su apariencia física. El abuso de los esteroides anabólicos fuera del campo médico, comenzó en los años 60, cuando varios atletas trataron de mejorar su rendimiento en pruebas de alta competición.
Los esteroides anabólicos se toman por vía oral o se inyectan, y los toxicómanos suelen tomarlos en ciclos de semanas o meses. El uso cíclico consiste en tomar varias dosis de esteroides en un período determinado, dejar de tomarlos por un tiempo y comenzar de nuevo. Además, los adictos suelen combinar diferentes clases de esteroides para maximizar su eficacia y, al mismo tiempo, minimizar sus efectos desfavorables, lo que se conoce como amontonamiento.

A pesar de que los esteroides anabólicos no causan la misma euforia que otras drogas, pueden llevar a la adicción. Hay estudios que han demostrado que los animales se autoadministrarán esteroides cuando se les dé la oportunidad, igual que lo hacen con otras drogas adictivas. Las personas adictas a los esteroides, suelen gastar una gran cantidad de tiempo y dinero obteniéndolos, y siguen abusando de ellos a pesar de los problemas físicos y los efectos negativos que pueden tener en sus relaciones sociales, lo que refleja el potencial adictivo de estas drogas.

Las personas que abusan de los esteroides pueden experimentar síntomas del síndrome de abstinencia cuando dejan de tomarlos, incluyendo cambios de humor, fatiga, inquietud, pérdida de apetito, insomnio, disminución del deseo sexual, y un gran antojo constante por volver a ingerirlos, lo que puede contribuir a que continúen enganchados a estas drogas. Uno de los síntomas más peligrosos del síndrome de abstinencia es la depresión que, cuando es persistente, puede llevar a intentos de suicidio. 

1 comentario:

  1. Una entrada muy buena,información clara y directa.Enhorabuena!

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