Los problemas derivados del abuso de drogas pueden ser prevenidos desde el medio escolar, sin que ello suponga obviar, lógicamente, otros ámbitos de intervención como la familia y la propia comunidad.
La educación secundaria obligatoria abarca desde los 12 a los 16 años, es decir, coincide con la etapa de la adolescencia, en la que los alumnos viven un intenso proceso de cambio corporal, intelectual y afectivo que genera en ellos una cierta tensión cuyas causas en muchas ocasiones no se encuentran en el propio adolescente sino en la familia y la comunidad escolar. No obstante, la mayoría de los adolescentes realizan generalmente una adaptación razonable, superando la tensión y los conflictos de manera satisfactoria.
Desde el punto de vista educativo y preventivo la escuela ha de contribuir al desarrollo de la identidad y la aceptación del propio cuerpo, la autoestima, la resistencia a la presión de grupo así como promover valores y hábitos contrarios al uso de drogas, asesorando y orientado al adolescente en los distintos aspectos que pasan a ser preponderantes en su vida y sus relaciones: la sexualidad, el grupo de amigos, la experimentación de nuevos roles, su identidad personal, su tiempo libre, etc.
Entonces, ¿Qué medidas puede tomar la Comunidad Escolar?
Prevenir es tomar medidas para evitar un mal. Los males que nosotros queremos evitar son los que pueden causar las drogas: dependencia, problemas físicas, psíquicos o sociales, etc. Las medidas que se pueden tomar se agrupan en los siguientes bloques:
- Las destinadas a reducir la disponibilidad. Hemos de procurar que la oferta de drogas esté controlada.
- Las destinadas a reducir la demanda. Debemos intentar formar a las personas de tal forma que no necesiten utilizar drogas para resolver sus problemas, divertirse, estimularse, tranquilizarse, etc.
- Las destinadas a capacitar a las personas para, en caso de que lleguen a usar drogas, lo hagan de una forma responsable, sin abusar de ellas.
- Las destinadas a reducir los problemas asociados al consumo de drogas que las personas que ya las consumen pudieran padecer.
Quién debe tomar estas medidas es la sociedad en su conjunto: cada uno puede hacer cosas distintas. Padres y madres, profesores, jueces, policías, profesionales de los medios de comunicación... En el caso de los profesores, pueden actuar sobre el clima general del centro, el proceso de formación de los alumnos, el modo en que se relacionan entre ellos o los conocimientos que tienen sobre las drogas.
Un buen plan de prevención para la Comunidad Escolar debería tener como objetivos algo como:
- Proporcionar a los alumnos los recursos y habilidades necesarias para enfrentarse de forma adecuada a las situaciones relacionadas con el consumo de drogas. Ya que así favorecemos la toma de decisiones informada responsable y saludable con respecto al consumo de drogas.
- Promocionar la salud formando actitudes positivas hacia su mantenimiento.
- Fomentar actitudes favorables al no consumo. Porque no basta con resaltar los aspectos negativos del consumo.
- Retrasar la edad de inicio en el consumo de drogas. Porque cuanto más tarde se produzca el contacto, si llega a producirse, más recursos tendrá el individuo al ser más maduro.
- Favorecer la capacidad crítica de los alumnos para capacitar a los alumnos a resistir la influencia de los determinantes.
- Educar a los alumnos para la utilización positiva del tiempo de ocio ofreciéndoles alternativas satisfactorias.
Y, ¿Por qué es importante la prevención en la Escuela?
Es importante porque es uno de los principales agentes de socialización, junto con la familia y el grupo de iguales, y es en ella donde se continúa el proceso de socialización iniciado en la familia, bien reforzando las actitudes en ella generadas o bien modificándolas en aquellos casos en que sea preciso. Además, actúa sobre las personas en una fase del proceso de maduración en la que la intervención del adulto tiene una gran incidencia. Por último, y no menos importante, porque a lo largo de la edad escolar los alumnos están sometidos a cambios y momentos de crisis que les exponen a múltiples riesgos.
Es importante porque es uno de los principales agentes de socialización, junto con la familia y el grupo de iguales, y es en ella donde se continúa el proceso de socialización iniciado en la familia, bien reforzando las actitudes en ella generadas o bien modificándolas en aquellos casos en que sea preciso. Además, actúa sobre las personas en una fase del proceso de maduración en la que la intervención del adulto tiene una gran incidencia. Por último, y no menos importante, porque a lo largo de la edad escolar los alumnos están sometidos a cambios y momentos de crisis que les exponen a múltiples riesgos.
La escuela no es sólo un lugar donde se adquieren aprendizajes conceptuales, sino que sirve también para adquirir aprendizajes relacionados con la conducta social, aprendizajes afectivos y actitudinales que son necesarios para enfrentarse adecuadamente al consumo de drogas. La meta final de la educación es el desarrollo integral de la persona. Por eso debemos prestar especial interés a aquellos síntomas, entre los que se encuentran los problemas con drogas, que indiquen que dicho desarrollo no se está produciendo correctamente.
Un clima escolar sano es el soporte adecuado para poder llevar a cabo la prevención de drogas. Educar es prevenir. Es la medida en que la escuela funciona adecuadamente como una institución educativa ya está actuando preventivamente.
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