Según las últimas informaciones aportadas por diversos organismos, Perú se ha convert¡do en el último año en el mayor productor de cocaína a nivel mundial, desplazando así a Colombia. El Valle de los Ríos Apurímac y Ene, es el lugar donde se concentran más de la mitad de las plantaciones de este narcótico y se estima que el 86% de la producción peruana está destinada al narcotráfico.
El gramo de cocaína más barato del mundo se encuentra en dicho país, y su coste de producción es menor en comparación con otros países tales como Colombia o Bolivia.
La mayor parte de esta droga es consumida en Europa y su principal puerta de entrada es nuestro país, de ahí que España sea el país europeo con mayor consumo de esta sustancia y que en el año 2.012 una gran cantidad de detenidos por tráfico de drogas en el aeropuerto de Lima fuesen de nacionalidad española.
Sin embargo, existen más datos alarmantes, dado que en lo que va de año cerca de 2.000 adolescentes peruanos entre 12 y 17 años han recibido atención médica en varios hospitales públicos por sufrir severas adicciones a la cocaína, e incluso se han dado casos de niños menores de 11 años atrapados en este vicio. Además, también son frecuentes los casos en los que utilizan a estos menores para transportar cápsulas de droga en el interior de su estómago y así conseguir trasladara fuera del país.
Por todo esto, miles de niños peruanos crecen viendo estas plantacione y como las hojas de coca son secadas al sol o como múltiples campesinos las fumigan para su posterior consumo.
A pesar de las medida puestas en marcha para erradicar la utilización de estas hojas para el narcotráfico, no se alcanzan los resultados esperados, algo lógico dado que cabe destacar que en Perú el cultivo de estas hojas se encuentra legalizado, y se consume desde hace siglos; lo que no es legal es su conversión a cocaína, el trasporte, venta y consumo de la misma, pero si para fabricar harina por ejemplo.
Con todo, supone una gran dificultad controlar este tipo de práctica, pero se sabe que tan solo una décima parte se emplea para fines legales. También, cabe salientar el gran beneficio económico que supone el tráfico de drogas.
A medida que la producción decae en Colombia gracias a la campaña llevada a cabo conjuntamente con Estados Unidos, se produce el llamado efecto globo, en el que la producción se traslada a Perú y Bolivia.
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