Las autoridades sanitarias
advierten:
- Fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor.
- El tabaco es muy adictivo: no empiece a fumar.
- Fumar causa cáncer de pulmón, enfermedad del corazón y enfisema y puede complicar el embarazo.
Todas estas etiquetas, entre muchas otras, podemos verlas diariamente y de forma continua en una cajetilla normal de cigarrillos. Sin embargo, esto parece no importarle a los millones de adolescentes de nuestro país a pesar de que el 94% de los mismos son conscientes de que su uso diario puede llegar a provocar bastantes y muchos problemas para su salud.
Según
las últimas encuestas, el tabaco es, después del alcohol, la droga más
consumida en España, porque a pesar de
ser poco recomendable para nuestro organismo y considerarse droga, su consumo se
encuentra legalizado. El tabaco es la primera causa mundial de muertes prevenibles y produce enfermedad y
muerte prematura tanto en jóvenes como en adultos.
Otra
frase que cabe mencionar y que aparece explícita en cualquier cajetilla es: prohibida su venta a menores de 18 años , pero esto no
supone a día de hoy ningún tipo de problema para la gran mayoría de la
juventud, dado que se ha demostrado que el acceso al mismo no les resulta
complicado.
Siendo
conocedores de todo esto, ¿por qué a los adolescentes les llama tanto el hecho
de fumar y empiezan cada a vez a edades más tempranas?
Así,
se han identificado numerosos factores que desempeñan un importante papel en
el inicio del tabaquismo. Los jóvenes
usualmente empiezan a sentir la tentación de fumar entre los 12 y 14 años, de
hecho, la edad que las encuestas apuntan de media son los 13 años, edad en la
que comienzan a separase de su familia y acercarse más a sus amigos; por lo
tanto, en primer lugar, el comienzo en este consumo se debe principalmente a la
presión de los compañeros y amigos
fumadores con los que pasan largos ratos. En esta etapa, cabe destacar, que son
más propensos a la curiosidad, a rebelarse contra la autoridad de los padres.
Por
otra banda, también se tiene a los adultos como modelo, los jóvenes consideran
el hecho de fumar un comportamiento relacionado con la madurez, con lo que es
muy frecuente que empiecen hacerlo para parecer que son mayores.
La
publicidad es otro factor de influencia en este hábito dado que anula el
entendimiento y la capacidad de los menores para decidir de forma libre si
realmente desean o no fumar. Asimismo, esta publicidad hace que los
adolescentes consideren el hecho de fumar más común de lo que realmente es.
Actualmente,
un reciente estudio ha revelado que la gran mayoría de estudiantes que fuma se
había planteado dejar de fumar en alguna ocasión (65,9%), aunque solo un tercio
reconoció haberlo intentado, con lo que queda patente la gran adicción que
genera la nicotina y la sabiduría por parte de los jóvenes que el mantenimiento
de este hábito genera grandes consecuencias, pero se sigue consumiendo teniendo
a favor la legalidad.
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