sábado, 19 de octubre de 2013

¿Qué sabes de la cocaína?

"La cocaína no produce adicción. Y yo debo saberlo bien porque la he estado tomando durante años."  (Tallulah Bankhead)


Puede que la conozcas como cocaína, coca, farlopa, blanca, perico, merca,... pero lo que quizás no sabes es que es una de las drogas adictivas más potentes, y una vez que se prueba, no se puede prever hasta qué punto se seguirá usando. Esta ansia por consumirla es el denominado “craving”, un deseo a menudo incontrolable por los consumidores.


La cocaína es un polvo blanco que se adquiere en papelinas o bolsitas, y se consume generalmente por vía nasal, aunque también se puede inyectar o fumar. Crack es el nombre abreviado que se le da a la forma de cocaína que se fuma, y se refiere al crujido que se oye cuando se fuma la mezcla.

La cocaína, presenta una acción rápida, intensa y de corta duración, cuyos efectos duran entre 30 y 45 minutos, aunque pueden alargarse durante más tiempo. Actúa como un fuerte estimulante del sistema nervioso central, y tiene además una acción anestésica local. Los efectos físicos de su uso incluyen constricción de los vasos sanguíneos periféricos, dilatación de las pupilas y aumento de la temperatura, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. Además, se produce ausencia de fatiga, de sueño y de hambre, y una disminución de las inhibiciones, por lo que la persona suele sentirse como alguien sumamente competente y capaz.

Por otro lado, la sensación de bienestar inicial suele ir seguida por una bajada caracterizada por cansancio, apatía e irritabilidad. Además, el consumo de cocaína puede provocar pérdida del apetito, dolor abdominal y muscular, náuseas o vómitos, reducción de la líbido e irregularidades en la menstruación. En ocasiones, puede aparecer la llamada “psicosis cocaínica” consistente en ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir verdaderas crisis de pánico, cuadros alucinatorios, etc.

Aunque los riesgos de consumir cocaína pueden ser más serios, ya que compartir rulos o tubitos para esnifarla puede provocar el contagio de múltiples enfermedades, debido al intercambio de mucosidades o aparición de pequeñas heridas en las fosas nasales, como la hepatitis C; y mezclar la cocaína con otras sustancias puede ser un verdadero cóctel molotov como en el caso del alcohol, que interacciona con la cocaína creando un metabolito llamado “cocaetileno” con un poder potencial para producir daños hepáticos.


3 comentarios:

  1. Un blog moi interesante. Estarei á espera de outras novas. Noraboa!

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  2. Una informacion muy buena,muy bien explicada,ojalá llegue al maximo de jovenes

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  3. Una entrada interesante con información necesaria sin duda, esperamos nuevas entradas.

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