viernes, 25 de octubre de 2013

Información para tus hijos sobre el alcohol

Los jóvenes observan cómo en nuestra sociedad se permite, cuando no se alienta, la venta de bebidas alcohólicas en los más diversos lugares (supermercados, bares, polideportivos, estaciones de autopistas, etc.) sin demasiados miramientos. Pueden, asimismo, observar que sus padres las consumen. Esta omnipresencia del alcohol en nuestra sociedad, hace que resulte para ellos un producto cercano; podríamos decir... familiar. Y es, precisamente, esta proximidad lo que dificulta su comprensión de los riesgos asociados al abuso de bebidas alcohólicas. 


Para aclarar esta situación, y ayudar a tus hijos a tomar decisiones responsables al respecto, es importante que sean consientes de:
  • Independientemente de las opiniones de sus amigos, beber alcohol no es una conducta necesaria, ni mucho menos obligatoria, sino que es una opción sobre la que cada persona debe decidir.
  • El consumo de alcohol perjudica especialmente a los menores de edad, aún en proceso de maduración; razón ésta por la que las autoridades sanitarias han decidido prohibir a los adultos la venta de alcohol a menores.
  • Animándoles a que si cuando sean mayores deciden consumir alcohol, consuman bebidas de baja graduación.
  • Un número importante de adolescentes y jóvenes, son hospitalizados cada año en los servicios de urgencias, en estado de intoxicación etílica
  • El consumo combinado de bebidas alcohólicas y de otras drogas resulta especialmente peligroso. El alcohol puede, por ejemplo, aumentar el riesgo de padecer una sobredosis de otras drogas.
  • Tras haber bebido alcohol, aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un accidente de tráfico ( el 50% de los jóvenes fallecidos los fines de semana en nuestras carreteras, tenían un nivel de alcoholemia superior al legalmente permitido).
  • El abuso regular de alcohol durante los fines de semana, limita las posibilidades de desarrollo de tus hijos, al reducir su tiempo de ocio a noches de alcohol y mañanas de resaca.
En caso de saber que tu hijo ha consumido alcohol, no le castigues. Castigar de forma muy severa no siempre es efectivo. Si es muy duro con tus hijos por haber bebido o haber probado el alcohol, es muy probable que vuelvan a beber en un acto de rebeldía. Es mejor hablar e intentar razonar. Anima a tus hijos a pensar por ellos mismos.

Y ahora, una pregunta a la que muchos padres temen al conversar con sus hijos sobre el alcohol: MAMÁ, PAPÁ, ¿VOSOTROS BEBÍAIS CUANDO ERAIS JÓVENES? Muchos la temen, sobre todo, porque puede ser que, en su adolescencia hayan hecho uso del alcohol, lo que les puede hacer pensar que no tienen derecho o autoridad moral suficiente para aconsejar a sus hijos lo contrario. Ante esta pregunta, sean honestos y si es el caso, reconoce que en su juventud bebió, pero que fue un error haberlo hecho. Ofrece a tu hijo un ejemplo de un momento penoso o doloroso que haya sido consecuencia del consumo de alcohol. Este enfoque ayudará a tu hijo a comprender mejor que beber alcohol en la juventud puede tener consecuencias negativas.

Así que recordad, hablar con ellos hoy, puede evitar el mal trago del mañana. Siéntate a conversar con tu hijo, compréndelo, que te comprenda, no es tan difícil como piensas.



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