lunes, 28 de octubre de 2013

Coma Etílico

Que cada vez los jóvenes empiezan a beber a edades más tempranas es algo que podemos comprobar saliendo un sábado por la noche. Si éste ya es en sí un dato alarmante, lo que realmente preocupa es al extremo al que son capaces de llegar, quizás guiados por su afán de aventura o por su falta de madurez.




Seguro que todos habéis vivido o conocéis a alguien que haya sufrido alguna mala experiencia con el alcohol. Sin embargo, una excesiva ingesta puede convertir una mala experiencia en algo mucho más grave, en un coma etílico.

Los datos son realmente desalentadores, las intoxicaciones etílicas en menores de 14 años se están incrementando notablemente. Santiago Mintegi, coordinador del Observatorio Toxicolófico de la Sociedad Española de urgencias de Pediatría, advierte de que en apenas diez años el número de intoxicaciones etílicas que llegan a  las urgencias de pediatría se ha visto triplicado.

En estos casos una rápida actuación es fundamental. ¿Qué síntomas presenta?
  • Mareos y vómitos.
  • Palidez.
  • Sudoración extrema.
  • Pérdida de la consciencia y del equilibrio.
  • Desmayo.
¿Cómo debemos actuar? En caso de que alguien sufra un coma etílico, lo primero que debemos hacer es avisar a los servicios de emergencia (¡llamar al 112!) y, mientras esperamos a que llegue la asistencia sanitaria, seguir los siguientes pasos:
  • Si el afectado no ha perdido la consciencia deberemos provocarle el vómito.
  • Si, por el contrario, ha perdido la consciencia tendremos que tumbarlo en el suelo y colocarlo en posición lateral para evitar que trague su propio vómito.
  • En cualquier caso será fundamental abrigar a la víctima para evitar la hipotermia.
Este verano, la ministra de sanidad Ana Mato planteaba la posibilidad de multar a los padres de los adolescentes que fueran atendidos en los servicios de urgencias por intoxicaciones etílicas. Ahora, nosotras os preguntamos...
¿Qué os parece esta medida?

1 comentario:

  1. Interesante artículo. Estoy a favor y en contra, porque los padres aunque sean los responsables de los hijos no son los culpables de sus actos.
    Seguiré leyéndoos, un saludo

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